En 1934 se realizó el segundo mundial de fútbol en la Italia fascista de Mussolini. A método de protesta, distintos países negaron su asistencia, como Estados Unidos y parte de Europa. De igual manera otros países adoptaron el mecanismo en futuros eventos de fútbol durante esos años. En la actualidad, el fútbol ha tomado una perspectiva neutral y apolítica para la realización de sus actividades. Esto se puede evidenciar en el último mundial de fútbol Qatar 2022, donde a pesar de haber recibido denuncias de maltrato contra mujeres, abuso laboral, discriminación, entre otros, ninguna delegación se negó a participar. La mayoría de asociaciones de fútbol son privadas y no son dirigidas por ningún Estado.