Los Red Panda son animales en peligro de extinción que viven en países del sudeste asiático. Existen 2 modelos para preservarlos: (1) Conservación in situ: este enfoque se centra en la protección y preservación de los hábitats naturales de los animales. Las áreas protegidas, como parques nacionales o reservas naturales, se establecen para salvaguardar los ecosistemas y proporcionar un entorno seguro para las especies. Las principales estrategias utilizadas incluyen la aplicación de leyes y regulaciones ambientales, la gestión del hábitat, la restauración de ecosistemas y la promoción de prácticas sostenibles. (2) Conservación ex situ: este enfoque implica la conservación de animales fuera de su hábitat natural, generalmente en instalaciones controladas como zoológicos, acuarios, bancos de genes y criopreservación de gametos (óvulos y esperma). Se utilizan técnicas como la cría en cautiverio, la reintroducción y la reproducción asistida para mantener y aumentar las poblaciones de especies amenazadas.